Rol de la mujer en la producción agrícola en la comunidad de Urpay - Cusco
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Date
2014Author
Chacón Guevara, Ronny Andree
Corrales Zamalloa, Benjamin Franklin
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El presente trabajo nace de la inquietud por conocer el comportamiento de la mujer y el rol que cumple en la producción agrícola al interior de la comunidad campesina de Urpay Cusco, queremos reflexionar sobre la dificil responsabilidad de la mujer en el proceso productivo agrícola, por cierto poco reconocida y hasta algunas veces desvalorada; consideramos e invitamos a seguir bregando y profundizando este tema, hacia la construcción de una sociedad más equitativa y democrática El rol de las mujeres trabajadoras rurales es decisivo en el mundo rural. Al respecto la revista INTER-FORUM1 indica que las mujeres trabajadoras rurales son responsables de la mitad de la producción mundial de alimentos, producen entre el 60% y el 80% de los alimentos en la mayoría de los países del tercer mundo. Además de los roles y funciones tradicionales de la mujer como: elaborar, preparar y servir los alimentos a su familia, criar a sus hijos, administrar y ocuparse de todas las tareas del hogar; las mujeres del área rural participan en buena medida en la producción de alimentos. Según un estudio del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF)2 el 50% de los alimentos que se consumen en todo el mundo son cultivados por las mujeres de las zonas rurales. Esta labor en la mayoría de casos es invisible, las estadísticas no dan este dato como real. La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO)3, señala que las mujeres aportan en promedio, el 43% de la fuerza laboral agrícola en los países en desarrollo. El mayor aporte de ingreso económico de las mujeres rurales a los hogares agrícolas se manifiesta en los países de Paraguay, Perú, Ecuador y Bolivia. Países donde, desde el punto de vista del empleo, las mujeres se desempeñan como trabajadoras agrícolas. De igual manera consideran que las campesinas son las productoras principales de los cultivos básicos de todo el mundo: el arroz, el trigo y el maíz que proporcionan hasta el 90% de los alimentos que consumen los pobres de las zonas rurales. Las mujeres trabajadoras agrícolas siembran, aplican fertilizantes y plaguicidas, recolectan y trillan las cosechas. Ellas también trabajan en los cultivos secundarios, las legumbres y hortalizas. La mujer rural participa en casi todas las actividades del proceso productivo y además existe evidencia de que la población económicamente activa rural está feminizándose, como lo señalan los estudios de la FAO. Sin embargo, la participación de la mujer en la producción agrícola está subestimada en las fuentes oficiales de información. Contribuyen a este subregistro diversos factores como criterios de medición, instrumentos utilizados, preconceptos de los organismos y funcionarios de medir la actividad de las mujeres. En otros casos, son las propias mujeres las que desvalorizan su participación económica, respondiendo que no trabajan, cuando no son pagadas por el trabajo que realizan. El trabajo agrícola que realizan en la parcela es concebido como ayuda y no es valorado como una verdadera actividad productiva. Los conocimientos especializados de las mujeres en relación con los recursos genéticos aplicados a la agricultura y la alimentación hacen de ellas custodios esenciales de la diversidad biológica. Pese a que las mujeres son las principales productoras y proveedoras de alimentos, continúan siendo asociados "invisibles" en el desarrollo. Las mujeres tienen conocimientos únicos sobre el valor de los recursos genéticos y su utilización para la agricultura y la alimentación. A pesar de esta realidad siguen considerando a los hombres como productor y sólo limitan el rol de la mujer a los quehaceres domésticos, cuando ellas se ocupan de participar de forma activa durante todo el proceso productivo agrícola. El Ministerio de Agricultura y riego (Minag) informó que el 52% del total de agricultores que trabajan en el área rural en Perú es de sexo femenino, es decir, dos millones 113 mil 131 de mujeres que viven en esas zonas se dedican a la agricultura frente al millón 932,420 varones agricultores. La actividad de las mujeres en la agricultura siempre ha sido intensa; sin embargo, su trabajo se ha caracterizado por estar invisibilizado al no gozar del suficiente reconocimiento jurídico, económico y social. Las mujeres representan más de un tercio de las personas que trabajan en las explotaciones agrarias familiares, pero en la mayor parte de los casos, tan sólo los hombres figuran como titulares de las explotaciones, mientras que las mujeres aparecen como cónyuges en la categoría de "ayuda familiar". Pese a que la mmensa mayoría de las muJeres agricultoras comparten las tareas agrícolas de las explotaciones familiares con sus parejas, estas actividades son vistas como una extensión de sus tareas domésticas y de cuidados rol reproductivo. A estas circunstancias hay que añadirle la variedad de criterios de las diferentes fuentes (EPA 4 , Censo Agrario, Encuesta Estructura Explotaciones Agrarias, etc.) que impide la comparación de los datos existentes y la obtención de una visión global de la situación. El mantenimiento de esta situación de desigualdad e invisibilización del trabajo de las mujeres rurales en el sector agrario, tiene consecuencias negativas para ellas mismas en particular y para la sociedad en general. El principal obstáculo hacia un efectivo reconocimiento de los papeles y responsabilidades reales de la mujer en la agricultura, es la escasez de datos desglosados por género de los que disponen los técnicos, planificadores e instancias de decisión. El hecho de que la mujer de las zonas rurales suela desempeñar diversas funciones y realizar distintas actividades a la vez, dificulta la labor de defmir y medir el trabajo que hacen. En las estadísticas y estudios oficiales se tiende todavía a contabilizar solamente el trabajo remunerado y a tener únicamente en cuenta la actividad principal de una persona. Dado que en un mismo día una mujer de las zonas rurales puede, entre otras tareas, labrar la tierra, cuidar el ganado, pescar, recoger leña, transportar y comercializar víveres, preparar alimentos, tejer, hacer artesanías quizá no sepa responder a una pregunta que exige una sola respuesta En base a lo manifestado podríamos decir que los censos demográficos y agrícolas entre otros, sean planificados con enfoque de género. Es importante generar una adecuada base de datos y sistemas de información donde se ponga de manifiesto el rol de las mujeres en el proceso productivo. Dentro del proceso de la investigación se ha desarrollado cinco capítulos, el primero está relacionado al planteamiento del problema, justificación, objetivos, diseño metodológico, marco teórico. Consideramos que este primer capítulo es el orientador de la tesis, por medio del cual se visualizó la realidad sobre todo a tener procesos y pautas para el desarrollo de la investigación. En el segundo capítulo, señalamos los aspectos generales de la investigación, donde describimos la reseña histórica, ubicación, población, fenómenos, atmosféricos, topografía, flora y fauna, aspectos económicos, sociales y culturales de la comunidad de Urpay y el contexto distrital, aspectos que ayudan a determinar el comportamiento social en la producción agrícola de las mujeres. En el tercer capítulo, describimos el rol de la mujer durante la campaña agrícola, fundamentalmente en la producción de papa y maíz, productos importantes en la dieta de los campesinos de Urpay. En el Cuarto capítulo, consideramos la descripción del rol que juega la mujer en el proceso de almacenamiento de sus productos, demostrando que es de suma importancia. En el Quinto y último capítulo, describimos el rol de la mujer en el proceso de comercialización, demostrando sus habilidades, destrezas y el conocimiento de los mercados locales a nivel del distrito de Urcos.
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